poniedziałek, 16 marca 2009

Contactos De Sexo Con

Cuando nos retiramos, en una tarjeta pone una hora y una dirección, me comenta que inclusive puedo llevar a la bámbola. Mucho tiempo estuvo Marisa con mi pene en su boca sintiendo mis pulsaciones, moviendo su cabeza despacio, dándome placer sin dejar de mirar mi cara, su mirada traviesa estaba feliz, como si acabara de hacer una travesura. Uno de lo mozos me toma de la cadera y me levanta el culo apoyando su pija en el, empujando con mucha fuerza ya que se encontraba virgen. En esa época vivía con 2 amigos en una vieja casa, donde todas las habitaciones daban a un patio en común.

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